Un anhelo

Un anhelo, un sueño siempre tan a flor de piel, que de pronto vuela a distancia. Y la razón se despedaza y las manos tiemblan y el cuerpo no responde. El hambre, que deja de ser hambre, se transforma en nudo.

Y el anhelo sigue ahí, preso por siempre, tembloroso, y con miedo a descubrir su impulso. Sabiendo que debe transformar la armadura que tanto costo crear, por darse cuenta de la peor forma que, por mantener esa pared, todo lo de adentro estaba desapareciendo.

Y ahora llega la odisea, el viaje lleno de esperanzas deseosas de no ser esperanzas en vano. Esperanza que viene con fuerza, con la frente en alto, creyendo en todo lo que debe creer, en todo lo que siempre creyó. Pero esta vez dándole realidad, y no dejarlas ser sólo una regla.

Y ahora si, con toda la fuerza a esa nueva utopía, no dejarla ser, hacerla realidad.

Esta forma que tiene de latir el corazón, tiene que ser algo, algo tiene que significar, eso lo se. Y no importa esperar, desesperar, ahogarse, todo lo vale, por dejar que el corazón siga latiendo así.

La mente lista, ahora falta darle al cuerpo la noticia. También al impulso. Ese maldito enemigo debe ser controlado y reemplazado por los pensamientos. Si una vez se pudo, se tiene que poder. "No hay nada imposible" me dijo una mariposa. Y cómo no creerle a ella, pasada de un simple gusano a una figura hermosa que da de deleitar al ojo. Y que representa para cada uno algo.

Ahora si, esa tranquilidad existe en mi. Lo sé, a encontrarla. La razón siempre tiene que predominar sobre los sentidos, pues la razón no tiene defectos. La razón es razón, y cada uno le da forma a la suya.

El grito se ha explicado, solo queda actuar, ahí vamos.

Un anhelo es… que correspondido sea…

Yo sólo espero que no sea como luz de luna...