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Todo lo que queda

Hay líneas que dividen, hay brisas de verano y tormentas con hielo y huracán, transitarlos es familiar, existen recetas, autoayuda y hay amigos. Sortearlos te da propósito, un lugar, te transforma en jinete de los obstáculos, guacho sin montura y gladiador.  Cuando los vientos pesas y la realidad se vuelve extraña calma, el suelo se convierte en arena que tira y el asunto se vuelve solo para valientes.  Cuando las mesitas de luz se achican y la cama se sale por los costados, los repasadores están sucias porque solía no haber tiempo de bañarlos y como siempre los placares reciben nuevas fotos, imágenes pesadas como aviones, incómodas como migajas de pan que cayeron en las sabanas. Aunque saben que pueden volar se entregan bajo el velo al letargo porque todo es resistencia y uno no puede contra todo. Que se hace cuando los amigos siguen, cuando los recuerdos no son frescos, cuando el elefante en la habitación aprendió bien el juego de las escondidas. Que hago con todo lo que q

El club de la melancolía

A veces necesito sobrepensarte, imaginarte en mil actos en los cuales me comunique con vos, porque solo así puedo seguir lidiando con mis ganas de verte. En la película hay cafés, calles, hay bailes y  aviones, todos aparecen como la misma casualidad, y siempre me ahorro tus respuestas, tal vez porque no se cómo pensarte, tal vez me olvide tu voz o tal vez, por lo mucho que me gustaría que me contestes de verdad. Cada quien lidia con su neurosis cómo puede, a mi por un rato me acelera, me declara insano, y me hace sonreír, no me importa que después comience el derrumbe, por un rato le gano al mundo y paso unos minutos con mis ganas de reír. Bienvenido al club de la melancolía, acá hay mucho espacio, cajones llenos de luces parpadeantes, guirnaldas, poemas, canciones, fotos y cañitas voladoras, es ahí donde desespera el corazón. Esta si que es la entrada por la puerta principal al club porque imaginar es tanto más bello, y posible, que olvidar o dejarte ir.

Los rincones que esperan

Creo que me he vuelto sensible al ruido, un montón de sensaciones que me retienen, me envuelven en una burbuja y me dejan a un costado donde no se puede brillar. Creo que da miedo no entender el disfrute, que el goce se equivoque de estación, los azulejos brillantes tal vez encontraron otra pasión, se olvidaron cómo era iluminar, se olvidaron de los colores, y que las risas no duelan. Me parece que la sonrisa se volvió fea. Donde estará la memoria selectiva? Donde estarán los relámpagos? Como los colibríes que no logran encontrar un lugar, como las casas sin ventanas, como el dulce que no logra caramelizar; no me dejes acá solo. Me parece que ya no puedo a llamar tu atención. Me parece que la luz se ha apagado y que los rincones esperan, las terrazas vibran y llaman fuerte, tal vez no se pueda mejorar, tal vez existe un destino y tal vez te canses de pelear. Las sombras son calmas como las lagunas y las maderas pueden flotar.

Todo vos

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Y que voy a hacer cuando ya no te encuentre en ningún hilo de la historia, cuando la ultima foto sea un borrón, cuando despierte y seas frágil? Todo este tiempo con un ojo a la pared, con el miedo entre las garras, como un soplo del querer. 1 millón de llamas que se vuelven brazas con la mañana, y vos que siempre fuiste, girando y girando sin parar. Y en medio todo esto no puedo volver a vos, y me derroca en los costados, me deslumbra en soledad, me destroza porque nunca estás a mi lado. Ya me probe todas las cicatrices que encontré. Ya me conjugue en otras vidas. Ya fui, ya emití, yo juzgue , ya quise. Desde islas sin nombre te escribo otra vez, porque mis respiros son vos, porque mi esperanza es un gladiador, o porque solo soy un tonto.  Desde las islas sin nombre te escribo Te quiero

Hoy me voy a hacer el tonto

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Yo no creo en ángeles, pero hoy me voy a hacer el tonto, hoy te llevo a un costado, sobre mi hombro. Yo no creo en un mas allá, pero ahora voy a hacer la vista gorda, te estoy imaginando y estas en los brazos de mis abuelos, que lo se por experiencia te van a saber amar, igualito a si estuvieras correteando por acá. Que el abuelo Adolfo te mire fijo, te sientas plena y sepas que estas con quien debes estar, y que el abuelo Papi te cuente de historia, te haga el cuento de la buena pipa y entiendas perfectamente lo que es el cariño. y que de paso encuentres a todos los que son parte de vos, como vos de mi, como yo de ellos y vos, sera un presente hermoso y esta es una verdad para mi. Hoy vuelvo a creer en amores a primera vista. Te vi cuatro veces y con la primera me basto, te quise, te quiero y te querré. La segunda tu pecho conoció el mio y se armo el juego de encastre mas bello. La tercera me hiciste vibrar, te vi guerrera, enojada, fuerte, te vi luchar, te v

La rueda y los clones

El conjunto de mil mini clones que no aprenden a hablar y la esperanza sobre ruinas de que valga la pena. Un fantasma y un pasamano, una rueda sin tachuelas en los pies. Sigo creando razones que solo generan despliegues en bosque, que dan certezas de soledad. Donde toques la yema de los dedos estaré, me quedare cuando todos se vayan, jugare con los hilos de por no saber perdurar. Cuando caes en la cuenta que las monedas que giran vuelven al mismo lugar, cuando no da dos pesos la rutina. Idas y vueltas, ejercicios de afianzar lo conocido, lo que no pica, lo que mantiene el letargo. Una y mil veces más la pared estará al frente y el espejo detrás, que no se puede cruzar porque el conejo blanco nunca existió. Porque si soy vos y vos sos él, todos somos lo mismo y este carrusel nunca se detiene, que frenéticamente empatiza con la angustia y melancolizar se vuelve autopista, se vuelve carne y uña, y sobre todo una vez cada cierto tiempo. Repito patrones de distancia y boca cerra

Cuanta luz

Que cada gota sea un placebo. Que toda la sal sea un terror. Ninguna de mis fuerzas fue escuchada y detrás de cada puerta tú fantasma. Pero yo podría hacerlo bien, aunque tu imagen se refleje todo el tiempo frente a la fuente de la esquina de casa, y tu dibujo siempre en la pared, podría, sería distinto. Aunque bajo el árbol siempre estés tapada por mi mano, aunque no mire donde hay que mirar, sé que te filtras porque nunca pude sacar tu foto de mi placard, ni terminar o borrar ese dibujo interminable, casi imperceptible en mi pared. Cuanta luz habrá que juntar para que atiendas? Un plato roto no puede volver a su forma circular, ya no puede ser plato, pero si puede tomar un nuevo perfil se transforma, ave fénix emocional. Nada es tan importante como la realidad, excepto cuando la imaginación, que repele relojes, me acerca a vos. Espinado deseo, oculta emoción, corpóreo caparazón. La distancia de un punto a otro, el cortocircuito en la comunicación, una imper