Carta de amor
No sólo es la compañía, es la comodidad, es la necesidad de tener siempre una más y no recibir ni un reproche a cambio. Son los celos de saber que estas conmigo pero a la vez estas con todos.
Reina de mis noches, por más que te sea infiel en las mañanas, por las tardes interminables no te olvido, y cuando cae el sol te vuelvo a encontrar.
Más allá de las formas, colores y tamaños que adoptes siempre vas a ser la misma, consejera de mis noches, tolerante de mi insomnio y espía de mis sueños.
La culpa me mata cada vez que por mis errores terminas por caerte. Te aseguro que por muchas ocasiones que beses el suelo yo seré quien te levante y te lleve de nuevo al lugar donde siempre deberías estar.
Durante el día son más que infinitas las fuentes de placer a las que puedo acceder sin que te enteres. Sin embargo, lo más reconfortante que encuentro es tenerte todos los días en mi cama, almohada.
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