La cajita de sentido

Debo leer solo porque la conciencia lo exige. Porque el tiempo arrasa, porque el cisne siempre es cisne, porque lo sensible puede doler. El gotear de letra en letra acentúa que es así, blanco pecho, blanca hoja, blanca concentración. De tiempo ajenos no quiere hablar, ni de realidad, ni de madurar, el exabrupto crecer debería pedir disculpas, ¿quien despide su niñez así? Solitaria reacción que enfrenta al viento contra el unísono, hace tambalear las idas y venidas de la firmeza en la convicción. De todas formas nada roza ni siquiera la corteza, ni las nubes, ni las sobras ni el cielo invertido en mi puede conmigo hoy. Tengo las hojas del crecer, quienes me reafirman en que lugar me sitúo, tal vez sea un tiempo equivocado. Un recurso efímero que arrastra hacia todas las puertas, déjate llevar.

Te atrapara. Las finas capas del ser, tan vulnerables, acarrean dentro de si, ambas partes. El espejo encuentra todo, trata de escapar y veras. El espejo retira la sombra. Las tierras y los mares tienen todo de todos, habría que tratar de encerrar la luz.