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Mostrando entradas de mayo 31, 2009

Designio estrategico

Escribo porque se supone que lo haga, aunque prefiera ir en contra de los supuestos, tanto no puedo soportar. Se dice que luego de una situación crítica, un susto, un cambio de enfoque se produce. No voy a ir a ese lugar común y hablar de esto, solo basta con decir -“No te salves” - con dejar en claro. Tal vez importe solo por el hecho de que necesito que no importe, tal vez solo duela porque creo que debería de ser diferente, porque no puedo aceptar que sea así. Estoy tan cerca y todo lo que me rodea, lo cual como ideal fuera un refugio, en cambio solo allí cambian mis perspectivas y caigo. De tantas luces que muestran el camino, tan pocas reflejan para donde voy, otras solo de lejos y por detrás apagan sus luces y miran con signos de desesperanza, y otras: no vale la pena decidir cuál es peor en este caso; estas otras encienden su luz tan fuerte para quemar toda ala que se le presente. Si tengo designado una estrategia para este juego, ¿qué será de mí?... No se exponer mi plan al m

defraudes

Tantos años de ocio que, ahora están condenados explican los momentos y para colmo aceptar que no seré primero en tu jardín que calle todo el día y exija mas de lo que hay y defraude a todo tiempo y caiga y caiga otra vez a todo esto ¿que le vamos a hacer? y voy buscando pedazos de sol para no seguirte a vos que pulsa menos así agobian el giro en mi cabeza ¿y aquí estoy?

Puedo.

Puede que mire. Puede que vea. Puede que sienta. Puede que escuche. Puede que no. Puede que el tiempo lo diga. Puede que el fin no sea un fin. Puede que no crea en que… puede que mientas. Una sábana blanca. Una línea. Muy blanca. Puede que no lo sea. Nunca puede ser tanto. Nunca puede ser conmigo. Nunca existe esa posibilidad. Nunca sin mí. Lo veo y no lo creo. Si no lo veo lo extraño. Si no lo creo no está. Si la luna fuese mi testigo. También muy blanca. Si el sol no se escondiera nunca. Si cuando el sol se esconde fuera conmigo. Si el carnaval no fuese tanto. Puede que fume. Puede que no encuentre. Puede que ni siquiera busque. Puede que esté. Las manos no se sienten. Las piernas corren. La cabeza quieta. Con una sola ala en el hombro. Con la sensación de un pensamiento en movimiento. Con la puesta que yo creo. Con la apuesta que no hago. Con la muestra que no entiendo. Con las cosas que me faltan. Con las cosas que tengo. Con lo que anhelo. Con lo que no pudo ser. Aunque no lo crea

Imágenes mentales

Tantas formas existen para recordar, diferentes técnicas, diferentes clases de recuerdos. Podemos recordar por el olfato, el perfume de un momento, la textura de un papel, cada ser posea su propia manera de atesorar un momento perfecto, algo que nunca queremos olvidar. Una de las formas son las imágenes mentales, basta con mirar detenidamente y pausadamente por unos cuantos segundos aquello tan valorado, como para desear que entre en lo mas profundo, y luego cerrar los ojos, relajarse y recrear nuevamente mediante la imaginación. Luego recordarlo más adelante por un tiempo, y por fin, conquistamos el tiempo, y entramos en la eternidad. Tenemos ese recuerdo en nosotros por siempre. Cierren los ojos, ¿alguna imagen mental?

Ni fútbol, ni religión ni política

Las charlas… charlas, conversaciones, diálogos, discusiones, la forma o intento de prolongar la conexión entre dos personas. Sin el intercambio de ideas solo seriamos seres caminando presos del -¡Hola!-, el ¿Qué tal? Quedaría fuera de nuestras vidas. (Yo no sabría como saludar, pues siempre lo uso, y generalmente con el mismo tonito… no pregunten). Las charlas siempre comienzan con un tema, por ejemplo, la comida del día y luego se derivan, o se desvirtúan en otra cosa, por ejemplo los dibujitos que miramos de chicos, del cual se desprenden recuerdos. Y nos ponemos melancólicos, hasta a veces se producen pequeños silencios, donde solo corta algún suspiro cargado de deseos. Tantas veces hemos escuchado la frase, -que bueno ser chico- esos deseos que atañan grandes recuerdos, el tiempo pasa, y las lindas memorias floreces y dejan a los malos tiempos como simples yuyos que con el tiempo desaparece. Ese es el comienzo de nuestra melancolía, de nuestro deseo de volver el tiempo, y s