Para no explotar se escribe, para perdurar se fija, algun contenido de la cajitadesentido que me acompaña hace tanto ya.
Un Javi ensayista y narrador...
Llegas por mí a un sitio inesperado tus labios tienen un fin después de los ensayos. Te toca actuar, más que actuar, hay más de mí en un mundo encerrado. Rompe el cristal se vivir y es merodear entre tantos ojos. Leer, deletrear, aquel, real mensaje entre líneas. De oirte hablar de gritarte al oído de eso habla el relato. y hay cosas que siempre guardo. Todo es así cuadros dentro de cuadros siempre un final sin fin después de un nuevo ensayo. Te toca actuar, eh! más que actuar, eh! hay más de mí en un mundo encerrado. Rompe el cristal se vivir y es merodear entre tantos ojos. Leer, deletrear, aquel, real mensaje entre líneas. De oirte hablar de gritarte al oído de eso habla el relato. y hay cosas que siempre guardo. ...para mí.
Las charlas… charlas, conversaciones, diálogos, discusiones, la forma o intento de prolongar la conexión entre dos personas. Sin el intercambio de ideas solo seriamos seres caminando presos del -¡Hola!-, el ¿Qué tal? Quedaría fuera de nuestras vidas. (Yo no sabría como saludar, pues siempre lo uso, y generalmente con el mismo tonito… no pregunten). Las charlas siempre comienzan con un tema, por ejemplo, la comida del día y luego se derivan, o se desvirtúan en otra cosa, por ejemplo los dibujitos que miramos de chicos, del cual se desprenden recuerdos. Y nos ponemos melancólicos, hasta a veces se producen pequeños silencios, donde solo corta algún suspiro cargado de deseos. Tantas veces hemos escuchado la frase, -que bueno ser chico- esos deseos que atañan grandes recuerdos, el tiempo pasa, y las lindas memorias floreces y dejan a los malos tiempos como simples yuyos que con el tiempo desaparece. Ese es el comienzo de nuestra melancolía, de nuestro deseo de volver el tiempo, y s
Hay veces en que las tardes, cuando el aire tiene esa brisa exacta, la penumbra queda tan justa, que si tenemos la energía necesaria para no dormirnos ante todo esto, uno comienza a pensar, a reflexionar. Muchas veces no sabemos a donde apuntar, o lo primero que viene a la mente son esos recuerdos y emociones vividas que, dependiendo de la vida de cada uno, se querrán revivir o no. En el caso negativo, nos vemos en la difícil tarea de decidir que pensar. Muchas veces me he planteado la idea de la propia existencia, un camino largo y difícil de andar, del cual se desprenden miles de preguntas que todavía no se pueden responder. La idea de si existe un dios o no, si existen las casualidades, un destino, en fin; seguramente desarrollare alguna en otra ocasión. Al fin y al cabo he llegado a la conclusión que uno ya no sabe que creer… Existen tantas teorías para todas las cosas, cada cabeza es un mundo de conclusiones, y todos queremos exponerlas, (siempre me llamó la atención co
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